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Nuevo ridículo de Biden: bromea con «comprar un helado de chocolate» tras la matanza de Nashville

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Habían transcurrido ya más de cuatro horas desde la masacre de la escuela cristiana de Nashville cuando este lunes los estadounidenses tenían la primera oportunidad de escuchar a su presidente, Joe Biden, referirse a la matanza de tres niños y tres adultos cometida por una mujer trans. Y no salieron de su perplejidad, asombro e indignación al ver que Biden arrancaba su intervención haciendo bromas y afirmando que estaba ahí «porque alguien le había dicho que habría helados», sin mostrar ni un ápice de humanidad ante la masacre.

Como puede verse en el video que acompaña esta noticia, Biden arrancó así su discurso: «Mi nombre es Joe Biden. Soy el marido de la doctora Jill Biden». Sorprendentemente, el jefe de la Casa Blanca volvió al tema de los helados, con un saludo a un representante de Jeni, una cadena de establecimientos por todo el país con sede en Ohio, y que también posee un local cerca de la Casa Blanca: «Me he comido el helado de Jeni, con perlas de chocolate».

El semblante del presidente no era ni mucho menos serio ni apesadumbrado. Estaba exultante ante un público eminentemente femenino en un acto con mujeres empresarias, que tampoco simpatizaron con la tragedia que en esos momentos vivían los familiares y allegados de las víctimas de Nashville. Es más, le rieron al presidente todos y cada uno de los comentarios jocosos y desafortunados. «He bajado aquí, porque oí que había helado de chocolate. Por cierto, ¿creen que estoy bromeando? Pues no», siguió frivolizando el presidente a pesar de la situación dramática que se vivía a esas horas en todo el país. Y lo hizo durante un minuto.

Los periodistas de Fox News, que en ese momento habían dado paso a la intervención del presidente en un adelanto informativo, se quedaron boquiabiertos al comprobar que en lugar de estar compareciendo para condenar los hechos ocurridos y mostrar su solidaridad con las víctimas y familiares, estaba soltando unas gracias que estaban fuera de lugar. «Vamos a conectar más tarde», dijo la periodista. «Teniendo en cuenta el momento en el que estamos tras conocer los hechos del tiroteo que ha provocado tres niños muertos, tres adultos asesinados, así como el autor de los disparos, nos habían dicho que Biden iba a abordar este tema desde el principio», insistió la periodista, mientras que su compañero también de la cadena televisiva le apostilló: «Sí, es una intervención bastante sorprendente. Pensé que un apesadumbrado presidente Biden subiría al estrado para abordar el caso del tiroteo en la escuela de Nashville».

Lo cierto es que tras estos minutos iniciales de un Biden, que mostró su falta de tacto y estar fuera de la realidad, ya hizo mención a la masacre del Colegio Cristiano Covenant en el que murieron tres niños de 9 años y tres miembros del personal calificándolo de «enfermo» y «la peor pesadilla para una familia» antes de volver a pedir una vez más que el Congreso apruebe la prohibición de las armas de asalto.

Lo ocurrido este lunes vuelve a poner en entredicho la capacidad del presidente Biden para volver a presentarse a la reelección el próximo año. Se espera que lance su campaña el próximo mes que de acabar exitosa completaría su segundo mandato en 2029 con 86 años. Los detractores de Biden ponen constantemente su falta de reflejos y agudeza mental como la mejor demostración de que ya no está capacitado para manejar las riendas del país más poderoso del mundo. Un ejemplo claro fue cuando hace unos meses en septiembre preguntó en un acto «¿dónde está Jackie?» mientras buscaba entre el público a la representante republicana Jackie Walorski fallecida un mes antes en un accidente de coche y a cuya familia Biden le había ofrecido anteriormente sus condolencias.

A la vicepresidenta Kamala Harris la ha llamado al menos seis veces «presidenta» y en febrero saludó al ex presidente Bill Clinton desde el «Congreso» cuando realmente estaba hablando desde la Casa Blanca. Hace tres meses, en diciembre, Biden explicó que su tío Frank Biden ganó la condecoración «corazón púrpura» (un reconocimiento otorgado en nombre del presidente a aquellos que han resultado heridos o muertos en servicio militar) por sus acciones en la Segunda Guerra Mundial, pero no existen evidencias de dicho galardón, y los detalles ofrecidos hacen imposible que la historia fuera real.

Los esperpénticos momentos de Biden han sido objeto de sorna desde hace tiempo por el ex presidente, Donald Trump, quien lo apodó durante las elecciones de 2020 «Sleppy (dormido) Joe» por la cantidad de veces que se quedaba frito en mitad de actos oficiales. La semana pasada en un discurso Biden confundió a Canadá con China ante el parlamento canadiense en Ottawa, lo que provocó la crítica de Trump: «Somos el hazmerreír de todo el mundo», dijo en su red social.

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